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Las criaturas del horror en el Principado de Úvendor

En las fronteras del Principado de Úvendor, más allá de los bosques antiguos y las ciénagas neblinosas, habita una sombra antigua y maligna que nunca duerme, una sombra que alimenta a los comúnmente conocidos como los seres de la oscuridad o Criaturas del horror, entidades hambrientas de emociones, de vida, de ser, que se han valido de toda la "magia inversa"* para aferrarse a la existencia y acechar entre la bruma, el fango y las raíces del mundo, nacidas del miedo, la ambición o el fuego corrupto de los dioses caídos en una era anterior a la aparición del Sol sobre el mundo.


Algunas de estas criaturas permanecen confinadas a sus dominios, pero otras vagan libremente por todo el continente, traspasando los límites de los territorios humanos, armukuranos e incluso el de los sapcuas. No distinguían de fronteras o reinos cuando arrasan con poblaciones enteras.


En los territorios del Principado de Úvendor habitan las siguientes criaturas del horror:


Chympynes — Los Niños de los Arroyos

Deambulan por Taur Salósnin, el Bosque de las Aguas Turbulentas. Especialmente en la margen izquierda del río Jegú. Son pequeños, de dos codos de alto, y ágiles, con pies invertidos que dejan huellas imposibles de seguir. Cuando llueve, saltan y ríen entre los charcos, pero su alegría anuncia desgracias: los viajeros que los siguen suelen perderse para siempre.

Se alimentan de sangre humana, raptan a otros niños de su cuna mientras duermen. Por eso las tribus de Taur Salósnin viven sobre los árboles, puesto que estas criaturas no pueden subirlos. En la lengua antigua Chympyn, el que tiene carne, o el encarnado.


Kurus-Duileg

Espíritus femeninos volantones que habitan los bosques floridos de Taur Lilótea. Hacen perder a los viajeros nocturnos, aturdiéndolos con sus risas y silbidos, con el fin de dárselos de alimento al bosque.


Olvaraucor-Lavrîar,

Criaturas vegetales, succionan sangre a través de delgadas raíces que insertan en los poros de los animales. Habitan en Taur Lilótea, y con las fragancias de las flores del bosque, aturden a los viajeros perdidos, generándoles alucinaciones y embriaguez, para luego secarlos vaciándolos completamente


Manawly — Los Espíritus del Pantano

Habitan las aguas densas de Mot Manawló, cubiertos de lodo y cabellos húmedos. Se alimentan de carne

humana y arrastran a sus víctimas al fondo de la ciénaga, desgarrándolas con sus garras y ahogándolas. Son criaturas de carne y sangre nacidas del fango de la ciénaga.


Hay otras criaturas, que no habitan dentro del territorio, pero que sí han pasado por él en incontables ocasiones. Vagan libremente por el continente expandiendo su horror y dejando dolor y desesperación, ellas son:


Jyôba — Los Espíritus de Sombra

Antiguos generales de los ejércitos del horror. Los Jyôba no tienen cuerpo, pero pueden poseerlo: invaden mentes débiles y se nutren del odio. En el pasado, lideraron legiones en las guerras contra los armukuranos, los humanos y los sapcuas.


Bibidigomias

Criaturas de carne y sangre nacidos del suelo mismo, deformes y salvajes. Su piel es dura como piedra, sus ojos arden con odio. Viven en túneles y ruinas, y son usados como ejército por los señores oscuros. Usan como montura a los Jakóol, los lobos terribles.


Narlub — Los Demonios de Fuego y Sombra

Seres antiguos que mezclan "magia inversa"* y llama viva. Cuerpos ardientes, alas negras, y un poder que puede quebrar montañas. Los Narlub son la herencia de los tiempos primordiales, cuando la oscuridad aún tenía voz y reinaba el fuego.


Flink-Lavrîar — Pinzones Vampiros

Aves pequeñas y veloces que sirven como espías para las criaturas de las sombras. Su canto anuncia muerte. Vuelan en bandadas nocturnas, y caen sobre sus víctimas con sus picos afilados a herirlos para beber de la sangre que brota de ellos.


Jakóol — El lobo del horror

Una bestia inmensa, de pelaje oscuro y ojos carmesí. Su mandíbula puede partir un árbol. Es conocido como Lobo del horror por el tamaño de sus mandíbulas, su tamaño y voracidad. Los Bibidigomias lo montan en batalla, y juntos forman la pesadilla de los bosques fronterizos.


*Magia inversa: Se conoce en el Principado de Úvendor como magia inversa a esa magia que se utiliza para doblegar la esencia de la vida a otros propósitos no honrosos, destinados para el sufrimiento y el dolor. No es una magia que busca construir a partir de la energía de la naturaleza, si no destruir y consumir usando a la fuerza la energía de la naturaleza.

Criaturas del horror de Úvendor

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