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Maltanimdor, la Tierra del Oro Blanco
- John Carrillo Diaz
- 31 oct
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov
En el corazón fértil del Principado de Úvendor se extiende Maltanimdor, conocida como la Tierra del Oro Blanco. Esta ciudad, construida en piedra clara y rodeada de extensas sabanas, es el centro agrícola y textil del territorio. Desde tiempos antiguos, sus habitantes que son principalmente armukuranos, han hecho florecer la tierra y transformar el algodón en tejidos finos, hilos sagrados y vestiduras que visten tanto a campesinos como a los guardianes de la Hermandad del Ilmen.
Maltanimdor es una ciudad de calles angostas y laberínticas, resguardada por un círculo de murallas de piedra que la protegen como un corazón antiguo. Cuatro torres blancas se elevan sobre sus techos, vigilando los cultivos que se extienden más allá de las murallas.Por su lado norte fluye el río Nimrant, también llamado Manrantkel, un brazo del gran Taininkumië que atraviesa el distrito hasta unirse con la Ciénaga de Luinmenel. Sus aguas, a las que los locales llaman “benditas”, han dado vida a los campos y alimentan las ruedas de los telares y los molinos.
Los Armukuranos Cantores
Los armukuranos de Maltanimdor son altos, de piel clara y cabellos que van desde el castaño dorado hasta el rubio platino. Son seres longevos, ágiles y armoniosos, nacidos de la Tierra, capaces de escuchar la voz de las cosas vivas.
Su talento natural los convierte en agricultores sabios, tejedores y músicos. Pertenecen a la familia de Los Cantores, intérpretes de gaitas y guardianes de las melodías que acompañan la siembra y la cosecha. Para ellos, cada hilo y cada nota son una forma de oración a la vida.
Desde las murallas de Maltanimdor, el amanecer pinta los campos de algodón como un mar blanco que se mece con el viento. El aire lleva el sonido de las gaitas y el murmullo del río Nimrant, uniendo la labor humana con el pulso divino del Principado.
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